Comprar un dominio es un paso emocionante para cualquier empresa nueva, pero no solo tienes que encontrar el nombre perfecto. Antes de empezar, debes conocer algunos detalles.

No todas las empresas que venden nombres de dominio (conocidas como "registradores de dominios") son iguales. Algunas utilizan tácticas como ocultar las tarifas o vender tu información para ganar más dinero, y esto puede tener un impacto duradero en tu empresa. Afortunadamente, si sigues unos consejos sencillos, podrás saber en qué fijarte antes de comprar un dominio.

1. Ten cuidado con las tarifas ocultas

Como ocurre en toda decisión de compra, el precio puede ser un factor importante. Es fácil caer en la tentación de adquirir un dominio a un precio muy bajo. No te dejes engañar: algunos registradores de dominios ofrecen precios promocionales a un coste extremadamente bajo, pero luego ocultan montones de tarifas en el contrato, te atan con compromisos de permanencia y te cobran tarifas de renovación elevadas. Pasa con frecuencia que los registradores que ofrecen precios de dominio bajísimos tienen otras formas poco éticas de ganar dinero. Esta son algunas de las tácticas que emplean:

Costes ocultos adicionales
Un gran número de registradores se basan en que muchos usuarios no leen la letra pequeña. Antes de comprar un dominio, comprueba que en los Términos del Servicio del registrador no haya cláusulas, obligaciones ni tarifas dudosas. No te olvides de consultar las tarifas de renovación y asegúrate de que solo estés comprando lo que necesites y quieras.

Cobro por editar fichas de WHOIS o RDAP
Los detalles de cualquier registro de dominio deben publicarse en los directorios públicos WHOIS y RDAP, y los registradores deben permitir que modifiques estos datos sin coste adicional en caso de que lo necesites. Ten cuidado con los registradores que quieran cobrar una tarifa de gestión cuando necesites cambiar tus registros de WHOIS o RDAP.

Complementos y extras
Los registradores a menudo intentan venderte de forma incremental o cruzada productos que no necesitas. Por ejemplo, es posible que te recomienden comprar terminaciones de dominio adicionales (como .info o .co) que no necesitas y no te resultarán útiles. También puede que, junto con tu dominio, te ofrezcan paquetes con otros servicios que tal vez no utilices nunca.

Cobro de tarifas de transferencia
Es posible que, en el futuro, decidas transferir tu dominio a otro registrador. Comprueba que en los Términos del Servicio no se mencionan tarifas por hacer este tipo de transferencias. Pueden ser desorbitadas e infringir la política de la ICANN (una organización sin ánimo de lucro que supervisa el uso de los dominios de Internet). Además del coste, algunos registradores hacen que el proceso de transferencia sea enrevesado y poco intuitivo para que te sea casi imposible llevarlo a cabo. Te recomendamos que consultes en qué consiste el proceso de transferencia antes de elegir un registrador.

2. Protege tu privacidad

Como los datos de los dominios están a disposición de cualquier persona en los directorios WHOIS y RDAP, muchos negocios deciden que su información personal siga siendo privada. Los spammers y estafadores pueden llegar a utilizar los datos que no están protegidos. Busca registradores de dominios que incluyan en sus servicios medidas de protección de privacidad. Ten cuidado con los registradores que cobran una prima por servicios de privacidad y, sobre todo, con los que ofrezcan publicar en los registros su información en vez de la tuya. Así evitarás que se hagan con la propiedad del dominio a escondidas.

3. Protege tus datos

Además de no proteger correctamente tus datos personales en los directorios públicos, algunos registradores los venden a terceros, como organizaciones de marketing. Otros, incluso, extraen información de la base de datos de WHOIS y envían facturas de renovación falsas, con lo que los usuarios transfieren sus dominios inconscientemente. Encuentra a un registrador que se comprometa a no vender ni utilizar nunca de forma inadecuada los datos de los clientes con fines de marketing.

4. Céntrate en la transparencia

Busca registradores que apliquen prácticas y precios transparentes. Por ejemplo, deberías poder consultar fácilmente las tarifas de renovación y los procesos para transferir o cancelar el registro de tu dominio. Algunos registradores ofrecen un registro barato en la compra inicial, pero al año siguiente cobran unos precios de renovación desorbitados. También pueden dificultar bastante el proceso de cancelar el pedido. Busca un registrador que exponga los términos del servicio y la información sobre precios de forma clara para evitar sorpresas en el futuro.

5. Diferencia la asistencia de la venta

Algunos registradores no tienen personal de asistencia, sino vendedores formados para fingir que ofrecen servicios de asistencia y conseguir que compres servicios complementarios que puede que no necesites. Lee opiniones sobre el equipo de asistencia de tu registrador o prueba a llamar por teléfono antes de hacer una compra. Te recomendamos que recurras a un registrador profesional y atento a la hora de prestar servicios y asistencia, no a uno que se interese solo en tu dinero.

Comprar un nombre de dominio debería ser algo divertido y emocionante para cualquier empresa o negocio en Internet. Si investigas minuciosamente antes de elegir un registrador de dominios, podrás sortear algunas trampas que desgraciadamente muchos intentan colarte, y además te asegurarás de que tu dominio (y tu negocio) estén en buenas manos los próximos años.

Comprar un dominio

En Google, la transparencia, la privacidad y la seguridad son una parte esencial de nuestro cometido. Los clientes que utilizan Google Domains obtienen una solución completa con servicios (como la protección de privacidad) y nunca se les aplicarán tarifas ocultas. Si quieres comparar opciones, te invitamos a que eches un vistazo a los Términos del Servicio de Google Domains.

¿Todo listo para dar tus primeros pasos con un registrador de confianza? Empieza a buscar tu dominio en domains.google.